martes, 29 de junio de 2010


El arte de la fotografía me lleva a una frustración bastante grande.

En realidad, ¿Quién es buen fotógrafo? ¿Quien tiene una reflex? Al parecer sí, porque lo único que pareces necesitar es eso: una cámara grande y negra que tenga un objetivo cuanto más grande mejor, y que sólo con apretar a un botón haga una foto que sorprenda al ojo humano con detalles que, a veces, ni nosotros captamos. Y es entonces cuando llueven los "omg", "oh", "qué bonita!"...
Aquí es cuando me recriminaríais muchos. Ya, ya lo sé. Eso no es del todo cierto. Al menos si entras en un sector de la población algo más exigente, no basta sólo con tener una reflex (para el resto de la humanidad, sí). También está bien tener conocimientos del maravilloso Photoshop, (del que personalmente, no entiendo un pie) si quieres darle a tus fotografías el tono que tú quieras, el color que más te convenza, o incluso un aire antiguo o más o menos contrastado o luminoso. Entonces ya partes la pana.
Y así es como, señores, hace poco que me encontré en un acontecimiento colegial que, realmente, no tenía el menor interés artístico, pero en el que me rodeaba de cámaras de la más alta calidad por doquier. Y pensé "hoy en día todo el mundo tiene una reflex". Pero es que eso también lo dicen los que tienen una reflex y sólo la usan para llevársela de fiesta, hacer fotos desde el aire y luego decir "hala, cómo mola!". Luego le das un tono más oscuro, o la pones en blanco y negro, y dabuti.
Perdónenme por esta crítica con la que es posible que algunos se sientan identificados, no pretendo meterme con nadie. Sólo me apetecía expresar lo que pienso sin pasar mi opinión por una criba dependiendo de quién esté presente.

En mi más sincera opinión (y así termino de forma estéticamente correcta, con conclusión y un cuerpo del artículo coherente, para demostrar que yo también sé) el buen fotógrafo no es aquel que hace uso de su réflex para captar detalles diminutos con un mega-macro y planos que no se pueden sacar con una cámara normal para pasarlos luego por el photosop, ni es el que se compra una cámara analógica de usar y tirar pensando que todas las fotos que salgan de ahí van a molar. El verdadero fotógrafo es aquel que sabe captar momentos que nadie ve, que pasan desapercibidos a nuestros ojos, de los que no nos damos cuenta porque resultan raros, a veces incluso desagradables, porque no hace falta tener una cámara de una calidad extraordinaria, ni tener mucho conocimiento de programas de edición. El fotógrafo que yo admiro es el que me hace sentir algo con una foto, el que experimenta como nadie lo hace y no va a lo fácil, el que aprecia lo inapreciable de la rutina diaria...
¿Quizás exijo demasiado? Tampoco lo creo, es muy subjetivo todo esto, lo sé. Si alguien no está de acuerdo, no pasa nada. Y sino, que no vaya todo el mundo de artista del siglo con una cámara negra y gorda. Más no, por favor.



Para esto sólo hizo falta un click en el momento oportuno.

domingo, 27 de junio de 2010

Hola, he vuelto, creo. sí. (Espero).


Buenos días/tardes/noches. Creo que el mis últimos meses he alcanzado el nivel máximo de sobrepaso personal. Muchas veces he podido con muchas más cosas, pero la prueba de que mi cabeza no daba para más, es el abandono manifiesto de este blog querido mío.
Pero ah, bué.
Eso ya ha pasado. (Espero)
Ahora, en pleno uso de mis facultades físicas y mentales, sólo pido, (y espero) , poder disfrutar de un verano tranquilo, que dé cabida a mis pensamientos y a mi plena tranquilidad, que es algo que vengo necesitando desde hace mucho, mucho tiempo. Quizás ahora sea el momento. (Así lo espero.)


Hoy Lucas se va a bañar en el mar por primera vez.
La verdad es que cuando estoy con este pequeño, todos los problemas y chorradas que suelen rondarme por la cabeza me parecen insignificantes.