miércoles, 12 de enero de 2011

-Hoy hace un año del terremoto de Haití y el país está lejos de haberse recuperado lo más mínimo.
-Australia se hunde y convierte en mar, literalmente.
-Alemania, y en consecuencia Europa, escandalizada por las sustancias ilegales encontradas en el pienso que se proporcionaba a muchas de las más grandes granjas del país.
-La crisis afecta tan fuerte a Portugal que se teme que España se contagie.




-'Balada triste de trompeta', 'Pa negre', 'También la lluvia' y 'Buried' acaparan las candidaturas para la vigésima quinta edición de los Premios Goya que se entregarán en una gala el próximo 13 de febrero


El arte siempre parece estar un poco al margen de todas las desgracias mundiales, ¿no?

martes, 11 de enero de 2011

Quiero hacer un llamamiento importante. Un llamamiento a esas cosas que la gente ya ha olvidado por completo: La felicidad, la energía vital, la búsqueda del sentido... esas cosas.
A vosotras, sí, a vosotras me dirijo. ¿Dónde coño os metéis últimamente? ¿Os da miedo aparecer en la mente colectiva del siglo XXI? Pues sí, creo que os da miedo.
Y en realidad, es comprensible. Os han apuñalado por todos lados, os han martirizado, os han apuntalado contra la pared y os han tirado por el suelo, hasta hacer que no signifiquéis nada en absoluto. Eso lo ha demostrado la historia, y ya se han encargado los artistas modernos de potenciar esa idea. La felicidad es un concepto ñoño, utópico, que mucha gente tacha de inalcanzable. Personalmente, me cago en que la gente piense así.

Venga, voy a hablar con tono de persona que sabe perfectamente lo que está diciendo: Hoy en día, el pensamiento colectivo tiende a: "yo disfruto con mi gente, me lo paso bien en la medida de lo posible, y no pienso demasiado, porque total, este mundo es tal mierda y da tanto asco, que no merece la pena preocuparse por nada demasiado profundo. Y si me preguntas, te diré que todo es un asco, que la sociedad es horrible, opresora, que está destinada a terminar en desastre y colapso y que, a lo mejor, igual no tengo ni hijos, porque total para que vivan en esta mierda de sociedad pues para qué". Y si eres (o mejor dicho, vas de) artista en algún ámbito, ya es genial: se lleva ese pensamiento a un nivel más elevado, en el que la frustración personal se expresa a partir de una obra que a veces no tiene ni sentido en realidad (para qué), y en el que lo profundo y lo verdaderamente artístico es ir de pesimista. Hoy lo he comprobado una vez más. "No, es que yo quería representar con mi obra el futuro al que nos estamos dirigiendo, un futuro en el que sólo nos quedarán muestras del pasado, de lo que era la vida, estaremos hechos de metal y sólo nos quedará el recuerdo (wtf?!), habrá tanta contaminación que no habrá ni agua, un bien muy preciado hoy en día (un bien muy preciado hoy en día...), y como todo será horrible y fatal, pues aquí estoy yo".

Por eso me he planteado lo del llamamiento. Quiero darle una hostia moral a ese pensamiento que a veces también se apodera de mí, y pedirle a la señora coherencia que venga a visitarme más de vez en cuando. Son pocas, pero... ¿y esas personas que lo han perdido todo, y que aún así, siguen adelante? ¿Qué pasa cuando la vida te pone un bache brusco, de los que de verdad hacen daño? ¿Qué clase de actitud tendría que tener ante eso? ¿Qué pasará cuando tenga que enfrentarme a las pruebas que me vaya encontrando, algunas muy crudas, si me derrumbo ante el más mínimo soplo de viento cotidiano? .... ¿Qué hago? ¿Me hundo en la más absoluta depresión?
Es fácil hablar y no tan fácil actuar, lo sé. Pero quitémonos ya esa idea de la cabeza de que todo es una mierda, porque en realidad no lo es. Joder, todos tenemos épocas malas, otras no tan malas, y otras realmente desesperantes si son examinadas en su conjunto. Pero siempre se trata de encontrar algo, sea lo que sea, que nos haga seguir. Como decía una canción de esas horteras que escuchaba en mi infancia y que no sé ni de quién son, "siempre hay por qué luchar, por qué vivir, y a quién amar" . Y es verdad... al menos, así lo pienso yo. E intento aplicarlo a mi día a día, trato de que no se me coman los nervios cuando me enfrento al estrés que me producen las miles de cosas que tengo en la cabeza a la vez, y si alguna vez hablo como si fuera a suicidarme, se me pasa. Se me suele pasar, al menos.

Recientemente he empezado a leer un libro de Victor Frakl. Era un reconocido psiquiatra, médico, filósofo... y judío en la época de la Alemania de Hitler. Con una vida más o menos hecha y feliz, la amenaza nazi en Viena (donde él vivía) era ya evidente. Con el prestigio que tenía, pudo marcharse a EE.UU., donde habría tenido una vida plena y una carrera brillante. Pero no lo hizo, y prefirió quedarse con sus padres y esposa, cuyo destino era fácilmente predecible. Todos ellos murieron en campos de concentración. Incluso su esposa, que estaba embarazada. Destrozaron delante de sus narices el manuscrito de su libro, en el que recopilaba todas las conclusiones y hallazgos a los que había llegado a lo largo de su carrera profesional. Y aún así, cuando fue liberado, muerto de hambre, enfermo y solo, pudo recomponer su vida, encontrar algo por lo que vivir y seguir adelante, para volver a escribir el libro y volver a trabajar, a vivir de nuevo el amor y a pasar a la historia como uno de los mejores ejemplos de superación que ha habido en la historia de la humanidad.

Su historia me ha hecho pensar. ¿Qué tonterías son esas de las que me quejo tanto? No, no pretendo llegar al típico pensamiento de "no te quejes y mira lo bien que estás en comparación con los negritos de África". Simplemente, creo que con fuerza y optimismo se puede afrontar la vida de una manera más satisfactoria. Si así lo quiere pensar todo el mundo, vale, el mundo será una mierda, pero no sirve de nada decirlo y quedarse de brazos cruzados. ¿Qué hacer? ¿Amargarte de por vida porque directamente no puedes hacer nada para que no haya sufrimiento en el planeta... o intentar hacer que tu vida sea lo más plena posible, mirando hacia ti mismo y hacia los que te rodean?

Y no, no voy a misa, no he sacado este pensamiento de una educación cristiana o de películas de Disney ingenuamente interpretadas. Simplemente, lo pienso. Y lo de ponerlo aquí, en el blog, realmente ha sido un venazo. No sé si alguien compartirá mi pensamiento, o si más bien pensarán que voy de sobrada o algo similar... pero bueno, así va bien.

¡Felicidad, expándete ya, joder! No me apetecen más libros tremendistas sobre la sociedad y lo horrible que es. Me cansan los cuadros que muestran la cara deprimente y frustrante del mundo personal del artista. Me aburren las canciones de ska-p en las que sólo saben quejarse de cosas. Que sí, que tenéis razón, que todo es una mierda. Pero a lo mejor, si no os diera por pensar así, no sería tan mierda.


jueves, 6 de enero de 2011


Los reyes se han pasado por aquí... y me han dejado algún regalito, el mejor, éste :)
chii (como hace Lucas)
gracias :)