Y eso era lo que yo afirmaba hasta hace poco sobre los cuadros abstractos ( o no tan abstractos, con "contemporáneos" estaría bien definido).
No lo discuto, no lo contradigo, y es lo normal.
Sin prejuicios ni condicionamientos, ¿qué pensarías si vieras esto?

Probablemente, (probablemente) las respuestas más comunes serían estas:
a) Menuda patata
b) ¿Eso es un cuadro? Pero si eso lo hago yo con plastidecors
c) Seguro que encima vale millones de dólares, tendrá geta el tío
Lo que no se sabe, (entre otras cosas porque el autor tampoco ayudaba mucho titulando al cuadro "composición número 5849285") es que este hombre, por cierto llamado Mark Rothko, pasó años de su vida reflexionando sobre temas metafísicos.
Las proporciones del universo, la vida y la muerte, las relaciones matemáticas que unen cada cosa en el espacio.
Esos cuadros de color están puestos exactamente donde tienen que estar.
Transmiten la sensación concreta que a Rothko le transmitiría algo, no sabemos qué exactamente.
Es como cuando intentas poner color a las notas musicales, o cómo cuando intentas describir como es una persona con otra cosa que no sean palabras.
Ante esto, las reacciones pueden ser, probablemente (probablemente):
a) Esta tía está loca
b) Esta tiene más morro que el pintor de ese cuadro.
c) Eh, eso nunca lo había pensado / pues ahora tiene un poquito más de sentido (ojalá).
¿Y cuando ves esto, qué piensas?

Probablemente (probablemente, sí), las reacciones más comunes serían estas:
a) Otro truño que va de artista
b) Cuatro rallas puestas a boleo
c) Ahora es cuando la tía esta que va de guay me da otra explicación trascendental y se queda tan ancha.
Pues sí, hay otra explicación, aunque no tan trascendental.
Este hombre, Franz Kline, descubrió en los años 40 la maravilla del proyector de diapositivas. Por eso, se dedicó a hacer dibujos sobre cosas que veía, más o menos figurativas, y a ampliarlas. Distorsionaba los dibujos, les sacaba las "líneas" internas más importantes, y podía transformar el dibujo de una silla en esto.
Y aunque puede que no lo parezca, cuidaba tremendamente la composición, y esas rallas que parecen hechas a brochazo limpio sin pensar, están meditadas y hechas lentamente.
Me gusta cómo es capaz de sacar de un dibujo lo más esencial.
Por último, y como última prueba de que estos temas llevan tiempo rondando por mi cabeza, mira esto:

Aquí es cuando ya es "el colmo", no?
Esto sí que ya es mucho morro.
Puede.
Este señor, Lucio Fontana, descubrió un día que le podía hacer cortes a los lienzos.
Y puede que al final ya se pasara de "vivir del cuento", pero en un inicio, tuvo su sentido.
Gracias a él, muchos otros autores dejaron de limitarse a pintar sólo en el lienzo (tela sobre bastidor), y pensaron, "eh! si se pueden romper las normas establecidas, aún más!".
Además, Fontana cuidaba la composición, la elección el color, el formato del lienzo, el hecho de que el color fuera plano o no, la situación de los cortes...
Y, al igual que Rothko, reflexionó mucho sobre el "Concepto Espacial", y de cómo fusionar la pintura hasta ahora conocida con otros ámbitos y disciplinas.
Quizás, como muchos de sus contemporáneos, le daba más importancia al "acto de pintar" (o lo que fuera) que al resultado.
"Un día, un cirujano le dijo a Fontana:
-Eso que haces tú con el bisturí también lo puedo hacer yo.
Y Fontana le contestó:
Y eso que haces tú con el bisturí también lo puedo hacer yo. Lo que pasa es que, si lo hago yo, el paciente muere".
Con esto sólo pretendo contar cosas, porque es hermoso (para mí lo es) poder entender por qué un artista hacía lo que hacía, y por qué ese resultado.
Puede parecernos feo, que eso no es arte sino morro, y que no hace falta estudiar a esos artistas para determinar si consideras algo bueno o no.
Pero es bonito poder saber más. Siempre es bonito saber, comprender, leer y aprender cosas nuevas. Yo lo estoy comprobando cada día.
:)
Ah, por cierto, esto probablemente sea una parte de un librito/cosa que estoy pensando escribir, con ésta y otras reflexiones que he ido haciendo sobre distintos aspectos del arte que he ido estudiando. Son reflexiones personales, apreciaciones subjetivas, en ningún momento respaldadas por la teoría, a lo mejor me equivoco... Pero me gusta pensarlas.