martes, 5 de marzo de 2013

"¿Y ahora qué?"

Me inquieta mucho que en Bellas Artes nos hagan reflexionar tanto sobre nosotros y nuestros intereses personales. ¿Nos querrán convertir en un ejército de personalidades individualistas que se creen especiales?

No, en serio. Yo soy yo, y tengo mis tendencias, mis gustos, gente que me inspira y un camino propio que poco a poco voy creando (¿No?). Durante estos dos años y medio, aunque me cueste reconocerlo, he aprendido muchísimo, pero no puedo evitar verme parte de una producción en cadena de "Egos Agigantados". Yo quiero hacer esto, y quiero sentirme diferente, hacer algo nuevo. Pero es que el de al lado también, y el de más allá, y este, y el otro... Soy una más entre el mar de almas individuales que se sienten únicas. Tengo mi obra, en mi blog. Tengo obsesiones. Me gusta dibujar. Llevo casi tres años en una carrera que me hincha el ego de forma peligrosa. Ya verás cuando salga de aquí.

No sé, siempre me ha gustado pensar que cada uno tenemos nuestro pequeño mundo. Yo me siento cómoda en ese mundo, pero es eso justamente lo que me asusta. Lo protegida que me siento en esa especie de nido que he construido, lo indefensa que me veo de cara al futuro. Qué pánico tengo a terminar la carrera, encontrarme a mí, sola conmigo misma y enfrentarme a la temida pregunta... "¿Y ahora qué?"
¿De verdad me va a servir todo este "hinchamiento" de la personalidad? Me imagino el momento en el que lleguemos a trabajar de lo nuestro (si es que algún día llegamos a eso). Entraremos a una empresa en la que todo el mundo nos mirará por encima del hombro aunque en realidad estén igual que nosotros. El jefe en cuestión nos dejará sin argumentos a la hora de defenderte. No creo que en ese momento valgan los "no, es que yo quiero..." "no, es que a mí me interesa..."...

No sé, sólo lo pienso.
Luego me pongo a hacer un trabajo que me han mandado sobre buscar "referentes" de mi trabajo y me vuelvo a regocijar en mi individualidad. Eh, aquí estoy yo. Yo soy esta. Esto es lo que me interesa. Esto es lo que quiero. Yo. Yo. A mí.

En realidad, ni siquiera me gusta decir que soy "artista". Por dios, eso es una palabra muy gorda.