Los planes cuadriculan la vida, dividen el tiempo en partes iguales con la finalidad de poder aprovecharlo mejor. El tiempo es un concepto demasiado abstracto sobre el que doy vueltas, y vueltas, pero no entiendo nada.
Cuando tenga que hacer cosas a las seis, estar en un sitio a las siete y tener que haber terminado a las ocho y media, me subiré al tren, y me escaparé. A otro sitio, lejos. ¿Qué importa dónde?
Empezaré un viaje nuevo. Da igual que dure sólo unas horas, o toda una vida. Y no planearé viajar en ningún tren en concreto, no importa cuál sea. Todo lo que pasa, pasa por algo. Y si pierdo un tren, será porque así tenía que ser. Y si un impulso me lleva a un lugar y no a otro, estupendo.
Bendita impulsividad.
A veces lo NO planificado es lo que mejor sale..
ResponderEliminarY lo que siempre recuerdas!
pero solo a veces.
:)
Me gusta tu relato pero... ¿y si tu impulso (que no es perfecto) se equivoca y te envái a un tren que a poca distancia va a caer al vacío?
ResponderEliminarAunque a veces es bueno relajarse, seguir el impulso y no amargarse la vida.
Pero como dice "I me mine" : " pero solo a veces"
¡Saludos y un abrazo!
Yo soy la primera que, normalmente, no me suelo dejar llevar por los impulsos. De hecho, doy demasiadas vueltas a las cosas antes de hacerlas (qué consecuencias van a llevar, qué va a pasar despues, si es o no correcto, etc)
ResponderEliminarEn la entrada hablo de ese tipo de impulsos que te salen del alma, por ejemplo, en un momento en el que deberías estar haciendo algo, pero realmente tu cuerpo te pide... ponerte a bailar, o irte a tomar un helado a Valencia.
Dificilmente el tren elegido te llevará a caer al vacío, porque al final del vacío habrá algo. A pesar de todo, si efectivamente te hace precipitarte por un precipicio eterno, será porque así tenía que ser...
:)
Yo también pienso demasiado antes de actuar.
ResponderEliminarMás de una vez perdí un tren por pensar en el andén demasiado tiempo si subir o no (sigo con tu metáfora de los trenes, que me gusta xD).
y después, por muchas ganas que tuviera de ir en ese tren lo acabo justificando con que no estaba destinado a ir montado ahí y que lo que pasa ocurre por una razon, cuando igual solamente era que tenía miedo por todo lo que pensé en el andén.
Aunque eso que decís de que el tren acaba en el vacío, no creo que sea así. Todos los trenes tienen su parada final. Y, en realidad, aunque no acabes a gusto ahí, creo que se puede volver a la parada original, aunque tengas que hacer varios transbordos para eso.