Supongo que será por las contínuas reflexiones de Luis Fernando en clase de filosofía sobre el ser, el no ser, las Ideas con mayúscula y la realidad, que me ha dado por pensar.
Caminaba bajo unas pocas gotas de lluvia y las lucecitas provenientes de las casas en mi edificio me han parecido, de repente, adorables. En cada casita una actividad, una historia, una cena por preparar mientras la tele está de fondo.
Me ha invadido también una sensación que hacía mucho que no sentía, la sensación de que estoy en casa, en un lugar acogedor donde está mi mundo y mis recuerdos. Pero, el día que me vaya de esta casa, realmente, eso dejará de ser así. Siempre sentiré cariño hacia el lugar, eso está claro, pero no será lo mismo, no habrá nada material que me una al edificio. Al igual que cuando voy a Coslada y visito mi antigua casa... Me invade una sensación de melancolía y nostalgia, pero no hay nada que me espere en el 9ºA. Sólo recuerdos.
¿Perecedero o no?
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